- Área: 240 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Jaime Navarro Soto
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Proveedores: Italli, Tributo, Vitro®
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La apuesta por relanzar este hotel boutique en el Centro Histórico de Morelia, Patrimonio de la Humanidad, demandaba la creación de una imagen renovada que por un lado honrara la herencia familiar e histórica del edificio construido progresivamente durante los siglos XVII, XVIII y XIX. Por el otro lado, se requería proyectar una visión innovadora de hospitalidad en una ciudad eminentemente turística.
El proyecto buscó integrar todas las funciones de la planta baja –que antes se encontraban dispersas- en dos elementos arquitectónicos vinculantes, que además respondieran y se integraran con la arquitectura existente de la casona.
El primer elemento es una barra en L que en su lado más cercano al acceso del hotel, funciona como barra de recepción, y que al dar la vuelta, provee el servicio de bar y cafetería. Esta barra está recubierta en cobre martillado por Maestros Artesanos de Santa Clara del Cobre, un pueblo a 70 km de distancia conocido por su maestría en el manejo de este metal. La prueba es que los pliegues de la barra han sido martillados a mano, sólo calcando un dibujo impreso generado por un software paramétrico.
El otro elemento que estructura el espacio es un muro-celosía, también en L, tras el que se esconde parcialmente la cocina, y también funciona como vestíbulo de la zona de sanitarios. Este muro está recubierto de cristal -opaco y translúcido- que permite ver los reflejos del trabajo en la cocina. Sobre esta superficie se sobrepone una celosía de madera que busca generar la idea de profundidad. El muro celosía tiene dos marcos de mármol con aperturas funcionales a la cocina, y un marco que aloja una cava de cobre retro-iluminada.
La geometría de la celosía, también ha sido generada a través del mismo software paramétrico, utilizando los arcos existentes como base, de tal manera que parece que las líneas de la celosía se integran al perfil de los arcos. Igualmente, la celosía ha sido realizada enteramente a mano por maestros carpinteros.
El corredor de la casona provee la principal circulación para subir al segundo piso y es una zona de transición entre los comensales del restaurante y los huéspedes del hotel. Una serie de nichos de madera y cobre alojados en los antiguos marcos de las puertas de la casa dan ritmo y organizan los espacios de salas. El patio central ha sido recubierto en madera y es el espacio principal de restaurante. Los sanitarios, tras el muro-celosía son mixtos con cabinas independientes, con el objeto de aprovechar mejor el espacio reducido.
El diseño de iluminación del proyecto ha sido fundamental para la creación de ambientes cambiantes a lo largo del día. La barra y el muro celosía integran iluminación led para resaltar sus geometrías. No se ha planteado luminarias en techos para mantener la limpieza del espacio: la iluminación ambiental proviene de lámparas decorativas que se reflejan en las superficies blancas del proyecto. Finalmente, se ha colocado un gran candelabro del que cuelgan 27 luminarias tubulares de cobre artesanal para acentuar las mesas del restaurante.
En el contexto de un mundo en el que el modelo del “hotel boutique” pierde fuerza por falta de carácter como resultado de soluciones genéricas que podrían estar en cualquier lugar del mundo, el proyecto de renovación del Hotel Herencia con su Restaurante Ofelia, ha sido una labor de diseño que pretende asimilar la historia de un edificio y las tradiciones artesanales de una región para catalizar un diseño con sentido de lo local y con una visión de innovación y singularidad.